jueves, 21 de octubre de 2010

historia de Dos Años, 4

Capitulo IV

La Gruta, El Messenger y Lily.


Entró a la Gruta, y el PETER me mira con cara de “ese es mi campeón” yo solo le respondo con una sonrisa, el weón le hace un gesto al Nacho, que estaba en la Rock cola, y me ponen el tema de Rocky, “eye of tiger”. Weones pesados.


  • Menos mal que era a las 5:00

Y Nacho me respondió.

  • Estas recién llegando y alegas.

  • Para, yo llegue como a las 4:30

  • Mmm, no sé, no me consta.

  • Ya cállate mejor, quiero una chela.

  • Pídela.


Así que fui a la barra a pedir otra chela, y a pagar lo consumido antes. Me senté con los muchachos, y les conté todo lo que había pasado, bueno casi todo, omití las partes mamonas, eso no tienen por que saber. Entre tanto conversar se me había pasado la hora, así que llame al PETER, y le pague la ultima chela, el loco me dijo que me llamaba en la noche para afinar los detalles de nuestro negocio.


Cuando llegue a mi casa eran alrededor de las 11 de la noche, igual algo tarde, pase sin problemas los guardias de la puerta de mi casa, mi madre y mi padre no me dijeron nada, en mi pieza encendí el PC, igual como que tenia ganas de hablar, y alguna música entretenida para el MP3, no encontré mucha, andaba en otra, pero a la que si encontré fue a ella, para variar, estaba conectada. No se bien si saludarla, me da lata, que ella me salude primero. Igual terminamos conversando, no me aguante en saludarla, no quise decir nada sobre la gruta, ni lo del día anterior, ella tampoco me hizo comentario alguno. En algún momento pensé en insinuarlo, pero para que dilatar más la historia, ella ya sabia lo que pensaba y sentía.


Llego el momento donde ella no se aguanto, y me lo comento, suave y sutilmente, lo suficiente como para captar el menaje. Y derechamente pregunte que había pasado.


  • ¿Cómo es eso que aun te gusto?

  • Como voy a saberlo.

  • ¿estas confundida?

  • Sí.


Internamente grite “bien”.


  • Ya, me voy, chao

  • Chao, que estés bien.

  • Ah, oye, mañana te quiero ver, te voy a ir a buscar

  • dale, ¿a que hora?

  • A la misma que hoy

  • OK. Chao

  • ¡Chao!


Apague el PC, y baje a comer, eran alrededor de las 1 AM, me había dado el bajón y me cociné algo, me fui a dormir como a las 2:30 AM.


El despertador de la radio sonó alrededor de las 6:30 AM, con mucho sueño, me costo levantarme, fui directo a la ducha, al entrar a ella me acorde de una persona, a una que empecé a querer con el tiempo, pero hace varios días ya que no hablaba con ella, era Lily, tenia un deseo extraño de verla, pero de inmediato, no recuerdo muy bien porque dejamos de hablar, para variar era una situación media extraña.


Cuando estaba en medio de mis pensamientos, tocan la puerta de mi baño, recordándome que estábamos atrasados y que me apurara, Salí corriendo y me vestí, quería ver a Lily…


  • ¿Cómo estas Lily?

  • Bien ¿y tú?

  • Aquí dándole con el “flow”. Necesito hablar contigo de algo personal…

  • ¿Qué seria?

  • Todo a su debido tiempo, aquí no podemos, tenemos que estar solos, obvio, vamos a la gruta, te invito a tomar algo.

  • Dale, pero ¿ahora?

  • Demás.

  • Vamos, pero ¿Cómo?

  • Súbete, yo te llevo

  • OK.


En el camino, comprendí que ya no la miraba con los mismos ojos, o sea, como que igual es linda, y como que igual me hace sentir cosas…


Llegamos a la gruta y amarre mi bici, mientras ella buscaba un puesto, había comenzado a llover.


Cuando entré de nuevo a la gruta estaba mi amigo el Peter en la barra, que me llamaba para hablar con él, tranquilamente me acerque.


  • ¿Qué onda Peter?

  • ¿Quién es ella, campeón?

  • Jajaja, una amiga

  • ¡wena wena perrin!

  • Ya manda a alguien para atendernos mejor.

  • OK.


Y estaba allí, mirándome con esa fría indiferencia, con la que siempre me ha visto, pero me da lo mismo, siempre ha sido así.


  • Hola señorita.

  • Hola joven, ¿Qué desea?

  • Ver si esta mesa esta desocupada.

  • Pues no hay nadie, solo siéntese…

  • Muchas gracias.

  • ¿Y para que me trajiste aquí?

  • Tomate un poco de calma en las cosas, disfruta el momento.


En ese momento interrumpió Peter, preguntando que íbamos a servirnos.


  • Yo una chelita, Báltica por fa. ¿y tu Lily?

  • Dame un jugo de naranja

  • Andamos sanos hoy.

  • Estamos en día de semana.

  • Tienes razón, que este heladita por fa Peter.

Y se marcho a la cocina…


  • y ¿Cómo has estado?

  • Bien gracias ¿por?

  • Es solo cortesía, como para amenizar el momento o romper el hielo.

  • Ah OK. Y… ¿Qué vinimos a hablar?

  • Todo a su debido tiempo, no le quites la magia a esto.

  • OK.

  • ¿Aun estas con Martín?

  • ¡no!

  • Y ¿Por qué te alteras?

  • Sabes muy bien que no quiero saber nada de él.

  • Ya… OK. No hablemos de él entonces, no pensé que te alterarías tanto.

  • Si no es eso, solo que no quiero hablar.

  • ¿Y estás interesada en alguien ahora?

  • No. ¿a ti te interesa alguien?

  • Si, dos personas, jajaja.

  • Fernanda ¿y quien más?

  • ¿no lo sabes?

  • ¿Por qué el tono irónico?

  • ¿No sé?

  • ¿acaso debería saberlo?

  • Es que de verdad es muy obvio…

  • ¿a sí? No lo creo.


Y si te callara la boca con un beso, ¿eso respondiera su pregunta?


  • ¡Xavier!

  • ¿Qué?

  • ¿Cuándo veras a Fernanda?

  • En dos semanas más quizás…

  • ¿Y qué vas hacer cuando la veas?

  • No lo sé, tendré que estar en el momento.

  • A dale.

  • ¡oye!


Y me miro con extrema atención.


  • ¿Sabes?, a pasado algo un poco extraño a decir verdad.

  • sí, ¿Qué es eso tan extraño?

  • estoy confundido

  • ¿de qué?

  • de que más va a ser.

  • ¿sabes? No te cacho.

  • yo tampoco.

  • y ¿Cuándo vez a Fernanda?

  • en dos semanas más, ¿por qué?

  • Curiosidad.

  • Piola.

  • ¿Y qué harás cuando la veas?

  • No lo sé, en el momento lo sabré, supongo…

  • ¿y por qué estas confundido? ¿Acaso hay otra mina?

  • Siempre hay otra mina…

  • Mira tú, y ¿Quién sería?

  • Es que no es tan fácil, como que igual tengo miedo de echar a perder esa relación, porque es cercana a mi entorno…

  • Vamos dímelo.


Y justo cuando mi declaración iba a ser oficial, el maldito teléfono sonó, habló por unos momentos, y me dijo que se tenía que ir. Yo me quede ahí, mirando al Peter que se reía de mí, y me llevaba la cuenta…


Fue la última vez que hable con ella.


Al terminar de vestirme la idea de volver a hablar con ella, se me vino a la mente, creo que se dio cuenta de lo que siento, y por ello se alejo de mi, bueno, aunque yo tampoco me acerque a ella.


Seguía con las ganas de estar solo, ni siquiera la lluvia me hizo no tomar mi bicicleta y pedalear hasta el colegio, ni siquiera los ofrecimientos (casi mandatos) de mi padre que me fuera con él en el auto bastaron para que yo no tomara el camino en soledad.


Al colegio llegué tarde, que novedad, el “Pelao” no me hizo problemas al entrar. Hacia frío, y me largué al baño, siempre tranquilo y sereno, nunca antes así…


Al llegar a la sala de clases busqué entre la gente a Lily con la mirada, lentamente me acerque a ella.


  • Hola, ¿Cómo estas?


Me miro con una cara que jamás olvidare, de extrañada, no sé.


  • Bien, supongo.

  • ¿Cómo es eso?

  • No lo sé.

  • ¿está ocupado este asiento?

  • No veo a nadie.

  • ¿Qué onda, tan circunstancial que estas, te pasa algo?

  • ¿Por qué me tiene que pasar algo?

  • Oye para, no busco problemas, deja sentarme mejor.


No me dijo nada, aunque asintió con la cabeza, y una leve sonrisa se le escapo entre tanta indiferencia, el hielo de a poco se derretía.


La clase en la que estábamos era una de física, creo que viendo mecánica, repasando para la PSU. No quiero estar aquí, pero estar con ella, lo hace todo más agradable…


  • ¿Ayer estuviste con Fernanda?

  • Sí, ¿Cómo lo sabes?

  • Mary me contó.

  • Sí, estuvimos juntos, conversamos mucho, y lo pasamos bien.

  • ¿De que hablaron?

  • ¿quieres saber, o es una simple formalidad?

  • Mmm, ¿Qué crees tú?

  • Formalidad.


Su cara se hizo aun más severa, y con sus ojos grandes y penetrantes me dijo.


  • Pues estas muy, escúchame bien, muy equivocado.

  • ¿a si?

  • ¿me lo dirás o no?


Seguimos con rodeos un buen rato, pero ella tiene algo que me hace hablar, así que le conté.


  • ¿y qué vas a hacer con eso?

  • Hoy nos juntaremos otra vez, y seguiremos hablando, ella volverá a ser mía…

  • Entonces…

  • ¿entonces qué?

  • ¿se te quito lo que sentías por mí?


Quede helado, no me espere jamás esa pregunta, porque Lily no es de las que se van sin tapujos, es del tipo de mina que se da vueltas sobre el asunto, que regatea y regatea, y a ratos da luz de lo que piensa o siente, depende de lo que se este hablando.


  • Sabes que eso no lo sé muy bien, no he pensado en eso desde hace mucho.


Desde ese momento su cara cambio, y no precisamente se sentía feliz por lo que estaba escuchado.


  • Menos mal.

  • No lo creo, o sea, aun me gustas…


Sonó el timbre del cambio de hora, mis compañeros entraron, y la conversación se interrumpió por enésima vez. Como siempre mi conversación se corta en los momentos claves, esto ya parece un mal cuento.




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