Siempre lo he dicho, siempre lo he pensado, bueno, no siempre, antes no, desde que creo que me cagaron, ya no, si, lo admito, creo que me cagaron, no dire quien, para que manchar la reputación de esa persona... aunque pensándolo bien, no le debo nada a esa mina, y onda de verdad le tengo bronca, pero dejémoslo así. (Con estos antecedentes ¿es políticamente correcto llamarla “maraca”?)
Volviendo a mi punto, la fidelidad en sí, está sobrevalorada, porque digámoslo, nadie es fiel, nadie es fiel, nadie es fiel. ¿Entendieron? Nadie es fiel. La fidelidad es una invención sociopolítica de las grandes cúpulas de poder, ¿para qué? No lo sé, pero solo sé que es así. Aunque reflexionando más allá, puede ser para que no pululemos en la tierra, para un control de la natalidad, o algo así, diabólico, tremendamente diabólico.
Es solo de autoanalizarse, ¿Quién no mira para al lado? ¿Quién no engaña con el pensamiento? ¿Quién no piensa que le gustaría estar con otra persona, aun amando a la que se tiene al lado?
Los más puristas saldrán con alegatos de “eso no es ser infiel”, “ser infiel es consumar el acto” etc. etc. Pero vamos hombre, eso es ser circunstancial, admitamos que la fidelidad está sobrevalorada, naturalmente hablando, somos infieles, naturalmente vemos un culo, un par de tetas, o una cara bonita y queremos puro entrarle, sin importar lo enamorados que estemos, es natural. No quiero decir que sigamos nuestros impulsos básicos y animalescos, porque algunos saltaran y dirán “inmoral” o cosas por el estilo, pero digamos las cosas como son, si fuéramos fieles, al menos a nosotros mismos, nos meteríamos con cualquiera, pero no, así que en somos infieles. Todo se reduce a aparentar todo, no somos fieles, solo aparentamos que lo somos, entonces, si algo está basado en mentiras, en algo no real, que nos queda, nada, y reitero, no es que aconseje, defienda o apoye la infidelidad, es solo que creo que está sobrevalorada, no es el valor supremo descendido desde el altísimo, es solo una mentira más, una clausula más del contrato social, para no vivir en la anarquía, y morir en el caos. Lo que digo es que lo aceptemos como es, basta de eufemismos, ser fiel es una mentirilla blanca, que no es mala, pero no es natural.
Me despido adiós.
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