Me alejo sin mirar atrás, sin dar respuesta a sus preguntas, me alejo para no volver, para no volver a sentirme miserable otra vez…
Camino por un buen rato, tanto que perdí las nociones del tiempo, creí vagar por el mundo, riendo y festejando en tiempos pasados mejores, pero luego entendí que ese viaje no era más que estar recordando y añorando esos otros tiempos, y el aroma a nostalgia impregnada en todo el lugar. A Pascuala ya casi la había olvidado, porque mucho a pasado desde que la deje atrás. A Fernanda la extraño como a un anhelo de vida, y eso mismo me hace sentir miserable. Y Lily, ¿Qué puedo decir de Lily? Solo que es una de las castigadoras…
Llego a un lugar, donde nunca antes había estado, no tan surrealista como cuando llegué a las puertas del infierno, pero si siento esa soledad que hace remecer los huesos. Estoy sentado en esa banca, mirando los recuerdos con banda sonora, mis sentidos inflamados de impulsos, aroma a nostalgia, garúa en mi cuerpo. Un ambiente sacado de un cuadro romántico, casi vomitivo, demasiado desgarrador, demasiado perfecto, pero terriblemente penoso, terriblemente patético.
Hola.
Eeee… hola.
Me llamo Amaranta.
Soy Xavier, disculpa, ¿te conozco?
No lo creo.
Entonces dime…
Disculpa, pasaba por aquí y te ví tan solo, que no sé, me diste como pena, Y decidí hacerte compañía. ¿te molesta?
No, para nada, solo que no soy muy bueno para conocer gente en la calle, y sobre todo cuando estoy tan absorto en mis pensamientos, como que eso las aleja.
Jajaja, si puede ser, pero a mi no me alejaste, más bien me atrajiste…
Vale, gracias, o sea, supongo…
Hablamos por largo rato, una persona realmente fascinante, realmente encantadora, era de esas minas con las que uno puede hablar de todo, de lo humano, lo divino, de libros, de buen cine, casi como si pensáramos lo mismo, pero diferente, porque no podría decir que era lo mismo, si no un complemento, otra mirada sobre los mismos hechos, y eso realmente me encantó, me sacó de toda realidad que estaba viviendo, y veía que me llevaba por nuevos senderos.
Ella no era una aparecida, en la charla, supe que vamos en el mismo colegio, y que era nueva, había llegado este año, venia de un pueblito cerca de Chillán, y vivía sola con su madre, la cual venia buscando mejores oportunidades o algo así. Lo pasamos muy bien, me había alegrado ese día de mierda que estaba viviendo, aunque para muchos no lo pase mal, pero yo no me sentía bien, mas con ella era todo diferente, me hizo cambiar el switch, a mirar los hechos desde otro punto de vista, y quizás a obviarlos por completo.
Eran las 11 de la noche, y sentía que me iban a matar en mi casa. Mi celular estaba apagado, y lo había olvidado por completo. Cuando lo encendí, ví que tenia mensajes amenazantes, lo suficientemente brijidos como para presentarlos en carabineros y decir que estaba amenazado de muerte. Cuando los ví, sentí un escalofrío en la espalda, esa noche iba a morir, me quemarían vivo, bailarían a son de tambores tribales a mi alrededor, “todos sabían que Xavier Cochrane iba a morir”.
Me tengo que ir. Mi mamá me colgara por la hora.
Bueno.
Pero te iré a dejar a tu casa, así no te pasara nada.
Dale, pero no es necesario vivo aquí al lado.
Aun así, quiero ir a dejarte.
Gracias, me hiciste pasar un buen rato…
Gracias a ti que me sacaste de lo que estaba pensando.
¿Y qué estabas pensando?
Mmm… secreto.
Jajaja, y ¿Por qué tanto secreto?
Porque si te lo digo, mis nuevas esperanzas se desvanecerán.
¿Qué?
Eso.
¿Qué esperanzas?
Dame tu mail y lo conversamos mejor, porque me tengo que ir.
Jajaja. Dale ¿tienes donde anotar?
Si, y me das tu número de teléfono también.
Ok. Pero ¿me llamaras?
Puede ser, onda, yo creo que sí.
Ok. Anota…
Su casa quedaba cerca de la plaza, así que la fui a dejar, ella era una mina total, más bien alta, como de mi estatura, delgada, muy delgada, esbelta, de tez clara y cabello negro, ni muy largo ni muy corto, totalmente estilizada, divertida, asertiva, salía de lo común, y eso llamaba enormemente mi atención, tanto así que desde un principio me sentí atraído hacia Ella. Después de ir a dejarla a casa, fui a donde Peter, a buscar mis cosas, y a pagar lo que debía, y entre que hacia ese viaje, llame a mi casa, para avisar que estaba bien, y vivo, y que llegaría más tarde aun. Cuando llegué donde Peter, el hambre carcomía mis entrañas, y estaba algo mareado, no comía desde el desayuno que creo que no existió, así que mi estomago rujía como un león.
¿Qué onda Peter?
Bien, ¿y tú campeón?
Muerto de hambre, por favor dame unas fritas papas, que estoy que colapso.
Ok, ¿Cómo te fue con la Pascuala?
Mmm… no sé muy bien como explicarlo realmente, como que después de que nos fuimos de aquí, paso algo por mi mente, y la deje sola en el Juan XXIII…
¿Ya, te fuiste así como así?
No, o sea, me despedí, y le dije que no podía seguir con eso…
¿con eso qué?
Con lo que estábamos haciendo.
¿haciendo qué?
Tirando, y eso, onda me dio una weá y me fui.
Te fuiste
Sí, me fui.
¿y para donde fuiste?
A caminar.
¿A caminar?
Sí, a caminar
¿Y a donde?
No sé, o sea después supe, pero entre que caminaba y llego Amaranta, no sabría decirte donde estaba.
¿Amaranta?
Sí, Amaranta.
¿Quién mierda es Ella?
Una mina que conocí hoy.
¿Dónde?
A donde llegue caminando.
Dale. ¿Y de dónde es?
Mira, es de un lugar cerca de Chillán, pero se cambio a Santiasco, y va en el mismo colegio que yo.
Weena, ¿en que curso?
Creo que en segundo, no le pregunte. De hecho tampoco le pregunte la edad.
Bien perro, estabas súper atento, muy despierto.
Si no es eso, lo que pasa es que andaba en otra, y ella como que me hipnotizo o algo así.
Bien perro, ¿y qué onda?
¿Qué onda con qué?
¿Qué paso?
Nada, o sea hablamos demasiado, tenemos mucho en común.
Buenísimo perro, pero ¿te gustó?
Sí, algo, yo creo que sí…
Pasamos un rato conversando, todo el tiempo que duraron mis fritas papas. El tiempo paso volando, era realmente tarde, y mi vieja me iba a aniquilar, pero ya estaba el chancho tirado, y no podía dar vuelta atrás, así que tengo que afrontar lo que se viene. Cuando llegué eran alrededor de las dos de la mañana, mis padres sorprendentemente dormían, y yo me fui a desmoronar a mi habitación, había sido un día ajetreado, extraño, llena de emociones encontradas, de situaciones encontradas, de toda una gama de cosas que de verdad me tenían agotado, ni siquiera fui capaz de poner algo de música, o de cambiarme de ropa, solo me tire en mi cama, y espere el nuevo día.
1 comentario:
si pasaría si los padres realmente nos aniquilaran?
con respecto a tu comentario en mi blog, las personas que no miran el papel tiene un nombre: COCHINAS sadknaskjdnasjkdaskjldas o distraidas.
gracias por pasaaaarsh y creo que visitaré de vez en cuando :D
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