domingo, 5 de diciembre de 2010

Anochecer

Las horas pasan, después de un día un poco ajetreado, pasan y pasan, y no me dio cuenta de nada más

me siento extraviado, consumido en pensamientos, me siento abrumado, de inmenso asombro infantil, añorando, añorada tristeza, que se vuelve pasajera, pasada, olvidada, recordada, y transformada en algo que ya no sabe a tristeza, que más bien sabe a nostalgia, a dulce amargura.

Los minutos siguen pasando, música del recuerdo no tan lejano, y casi ni recordado, algo que sonaría en un lugar tipo “la cita” de Larrain pasando Javiera carrera, algo así como con velas, música suave, algo romántica, romántico nostálgico, algo romántica nostálgica melancólica, como que se va, como se que se perdió, como que ya no...

prendo un cigarrillo, con la misma música, quiero olvidar, quiero olvidar, quiero olvidar, pensando que si lo repito un par de veces se va hacer realidad, como cuando tiro una moneda en una pileta, como cuando enciendo mi ultimo cigarrillo de la cajetilla, esperando que ese deseo se cumpla, infantil, ingenuo y interminable etcétera que soy incapas de abreviar.

Sueño, sueño tanto de que no quiero dormir, no aparece, maldito sueño, maldito como el que tengo al escuchar a Calamaro, con su “algo contigo”, como de soñar, como de tener un sueño, como un sueño como el del otro día, donde se extrapola la canción con el sueño que no me llega, fumo apresuradamente, que no me hace perder el hilo, de hilar de hilacha, sacada estrepitosamente de mi alma, de abandonar todo eso, de abandonar ese sentimiento, (y un intento que por lo bajo es idiota de justificar lo que estoy sintiendo, lo dejó atrás...)

quien fuera... musica que necesito escuchar, música, que expresa todo lo que quiero ahora...

quien fuera un poderoso sortilegio, quien fuera encantador. Como no sentir eso, si no sé qué hacer, cuando me veo sin armas, me veo desarmado, lleno de cosas que entregar, lleno de hacer crecer lo que siento, de no sentirme tan solo, es bonito, es hermoso, es incomensurable el hecho de que pueda hacer que ese viejo sentimiento, manoseado, agonizante, muerto más bien, que no tiene origen, que no tiene fin, no tiene razón, no tiene nada, es solo un viejo rencoroso intentando envenenar los ríos de dicha que intentan pasar por mis verdes prados de vida, fecundos, pero que no crece nada en él, nadie quiere plantar, nadie se aventura estar ahí...

solo, solitario, perdido, abatido, un poco feliz, un poco triste, apenado, y beatles que aparecen de la nada, y un rápido next me lleva a un voy y vuelvo...


Ya sin nada más adentro, soy demasiado hermético como para intentar sincerarme con esta hoja virtual, soy lo demasiado cobarde como para no admitir nada, soy demasiado miedoso como para intentar hacer algo, se irá, se irá este sentimiento, como todo se va de mi, pasara como todo, y yo quedare donde mismo, sin penas, sin glorias, con amarguras, quizás un poco de resentimiento, un poco más acabado, con menos esperanzas, quedara esa amargura, la que siempre queda, con la que aderezo mi pan en las mañanas, y esa nostalgia que me acompaña a medio día, y esa melancolía que me acompaña en las noches.

No hay comentarios.: