Capitulo XI
Pascuala, Segunda parte.
El tiempo se va volando, ni siquiera sentimos los segundos escapando de nosotros, no sentimos a las personas pasar por nuestro alrededor, no sentimos nada más que a nosotros mismos.
Llegamos alrededor de las 11 de la mañana a donde Peter, la gruta estaba como siempre, Peter en la barra esperándonos con una sonrisa maliciosa, podría casi intuir que algo pasaría. La gruta estaba casi vacía, y había un ambiente de viejo bar de jazzistas, una música que me agradaba y creaba el ambiente, la Rue Morgue causaba cosas en el lugar, era capás de trasladarnos a otro tiempo, a otro lugar, y el humo de cigarrillos cerraba la ilusión creada para la comodidad de algunos pocos que nos alegrábamos con aquellos toques sutiles de los locales under de Santiasco.
Weena perro.
Weena Peter.
Te demoraste, ¿Qué onda?
Sorry loco, pasaron cosas, ni siquiera me di cuenta.
No hay problema, y ¿de donde vienes? Estay lleno de hojas, ¿te andabas revolcando zorrón?
No sé si se habrá percatado de que Pascuala estaba a mi lado, o lo habrá hecho a propósito, pero el comentario dejó una relativa cagada, porque entró en cólera, pero se mantuvo en silencio, solo con una mirada hacia mí, para que le dijera algo. Aunque lo conocía, él era de esas metidas de pata, de esos comentarios políticamente incorrectos, pero qué le iba a hacer yo, no lo iba a cambiar, pero algo tenía que decir.
¿Fue con ella campeón?
¡weón! ¿Te puedes quedar callado? Y no seguir vendiéndola, que ya harto la has vendido.
No te pongas así Xavi, si tú conoces como yo soy.
Esta bien, te conozco, pero ubícate, onda cómo me dices esa wea.
…Perdón, perdón, yo sé que la cague, no era mi intención, causar desilusión…
No me cantes la wea del “ratoncito”, que no me causa mucha gracia.
Ya, esta bien, Sorry, disculpa.
¿Dónde nos podemos sentar?
En la mesa del fondo.
Ok.
Le dije a Pascuala que fuera primero, tenia que hablar unas cosas con Peter, y prefería hacerlo lo antes posible. Al verla caminar, sentí algo en mi interior, no se su estilo me agradaba, y ese uniforme de verdad me hacia desearla, y lo peor de todo, es que ella lo sabia, y lo hacia con mayor intención, pero no me molestaba en absoluto.
Oye Peter, ¿Cuánto te debo?
50 lucas, si no me has pagado nada.
Verdad, bueno, a fin de mes te pago, o acompáñame al banco, así me desligo lo más rápido de este asunto.
Demás.
¿Te sentaras con nosotros?
¿quieres que te gane a esa gatita?
¿Qué onda pederasta de mierda?
Jajaja, nada, solo te molesto.
Anda, y tomate unas chelas con nosotros.
Bueno, un rato más voy para allá.
Oye, la Pascualina es mía weón. Así que no te pases rollos.
Jajaja, dale, pero, ¿Ella no es la mina del Mauro?
No sé, en una de esas, pero yo no los he visto juntos, y no me han dicho nada, así que no sé.
Cuidado Xavi, el Mauri es tu amigo, habla con él, por si acaso.
Bueno. Oye, buena el invento que me vendiste.
¿te gustó?
Era que no, estaba genial, onda, alucine pesado.
Demás, si era buena. Si ese día en el carrete en tu casa estabas muy loco.
Verdad, ese día pasaron cosas muy freak.
¿Qué te paso?
No me vas a creer, bueno después te cuento, voy donde la señorita.
Vaya perro.
Si me voy a quedar contigo seguro.
Jajaja, ¿Qué te llevo?
Lo de siempre.
¿Unas Bálticas?
Obvio, heladitas, usted sabe.
Ok, te las dejo.
Ella me miraba desde la mesa, y pensé hacer mi juego de siempre, pero desistí en ultimo momento, ya estaba muy trillado, y realmente ella no era de las minas que le gustan esos juegos, “¿o será a la única que si?...”
Me observa de pies a cabeza, y su rostro una mueca de desagrado. “ese es Peter del que tanto hablan los chicos, no es mala onda, pero me cargo su comentario…”
¿Qué pasa Pascuala?
Nada, ¿Por?
Tienes una cara…
¿de qué?
De odio…
Jajaja, no, no pasa nada, son cosas tuyas.
Solo digo lo que veo. Disculpa por lo de antes, él es así.
Dale, no te preocupes, si ya paso.
Pedí unas cervezas.
A que bueno, ya tenía sed.
¿Quieres una bebida?
Que onda, no soy la Lily, o tu Fernanda.
Ya, ¿andamos con malas ondas?
Solo fue una talla, no te lo tomes en serio, enojón.
Esta bien.
Pasamos un rato conversando de la nada, nos reímos, nos besamos, pasamos un buen rato.
Aquí están las cervezas.
Bien perro, ella es Pascuala, no tuve tiempo para presentarlos antes.
Sí había oído hablar de ella.
Que bien, bueno, ella es Pascuala.
Lo mira detenidamente, y sus ojos están casi llenos como de ira, aunque ella me lo repita mil veces, yo sé que ese asunto no había pasado.
Hola Pascuala, soy Peter.
Si también había oído hablar de ti.
Espero que cosas buenas.
No te fíes tanto de eso.
¿Por qué?
Nada, te estoy webiando.
Mmm… dale, oye, ¿tú eres la mina del mauro?
¿disculpa?
Que si eres la mina del Mauro.
¿Por qué la pregunta?
eres ¿o no?
No sé, es raro eso.
Siempre habla de ti.
¿en serio?
Sí.
Bueno, no lo sé, aparte no soy posesión de nadie.
Si tampoco es para ponerse así.
¿así como?
Cuatica…
Xavier ¿Qué le pasa a tu amigo, me esta interrogando?
Yo estaba expectante, perplejo, ido, todo junto, dentro y fuera de la situación, como que me quería hacer el loco, pero no podía, quería irme, y quedarme a saber más de lo que estaba sucediendo, y la pregunta de Pascuala, de verdad me sacó de ese pseudo trance, y me amarro a no irme, y a tener que contestar, estaba no entre la espada y la pared, sino entre dos espadas.
No sé que onda Pascualina, ¿Qué onda Peter?
Nada, solo quiero saber.
¿Qué quieres saber?
Creo que ya lo dije.
¿Qué onda Peter?
¿Qué onda con qué?
Estas muy en mala.
No, para nada, pero igual, mira Pascuala no es de mala onda, pero el Mauri y el Xavi son mis amigos, y no quiero que este weón se, mande un cagazo.
Vale perro, pero hay formas y formas de decir las cosas.
En ella ardía Troya, y el fuego de sus ojos no se hacia disimular. Y yo sin saber que pensar, y mucho menos que decir.
Sabes qué Peter, no tienes por qué meterte en mi vida, yo veo a quien le digo y a quien no le digo lo que hago y de lo que siento, muy honorables serán tus intenciones, pero si quieres decirme algo, que sea en privado, ¿esta bien?
Está bien Pascuala, no era mi intención molestarte, pero en serio yo a estos dos los quiero demasiado, y no quiero que se terminen peleados por una mina, no tomes a mal por lo de mina, pero es verdad.
Dale, oye, ¿Por qué no sirves las cervezas?
Obvio, para amenizar este encuentro que se puso un poco tenso.
Estaba tenso, y no te ves mala persona.
Gracias.
Yo seguía como un simple espectador, fuera y dentro de una obra que no pagué por ver, y que ni siquiera me invitaron, y como en toda obra, después del clímax, viene la resolución, y la vuelven a los estados iniciales, y que esos dos hayan terminado la obra en paz, y celebrando quizás que cosa, me dejaba aun más perplejo.
Era extraño que después de esa pelea, ellos realmente se llevaran bien, cosa que me agradaba bastante. Pero surgió una necesidad de poder hablar a solas con Pascuala, y no se como decirle a Peter que nos deje solos, y solo me queda la espera de que surja algo para que él se vaya.
Chicos, el deber me llama, llegaron clientes, beban otra cerveza, porque yo se las brindo.
Vale perrin.
No hay de que.
Y se fue a cumplir con su deber, y era la oportunidad que estaba buscando, pero mi personalidad de hacerle el quite a las cosas difíciles, me hacia mas ardua la tarea de preguntarle, lo que le tenia que preguntar, me costaba, y como el pseudo poeta que resulto ser en esos momentos, hablamos largo rato queriendo insinuar con indirectas y sutilezas lo que quería hablar, pero ella no atinaba, no engancha con lo que decía, aunque realmente creo que ella no quiso entender, y que se hizo la tonta todo el tiempo, en una manera de estar jugando conmigo, a ella le agradaba eso, y a mi me complicaba demasiado. Hasta que no lo pude evitar más, y le pregunte sin rodeos.
Oye Pascuala.
Dime Xavi.
¿Qué onda con Mauricio?
¿Por qué la pregunta?
La miro con cara de incredulidad, y de molestia, diciendo “me estas tomando el pelo, ¿o simplemente me estas webiando?”
¿Por lo que discutimos con Peter?
Obvio, ¿Por qué más va a ser?
Tienes razón, pero ¿tenemos que hablar ahora de eso?
No sé, demás, o sea estamos aquí, con una cerveza y nada más que hacer.
¿Qué quieres saber?
¿Qué onda con él?
O sea me gusta, hemos estado juntos, pero nada nos ata, solo pasamos el rato.
¿Y conmigo?
Lo mismo, creo.
¿y que siente él por ti?
No lo sé
Por lo que decía Peter el como que siente algo más.
Puede ser…
¿No piensas en eso?
No es que no lo piense… “solo que hoy no me interesa”
¿Pero…?
Pero nada, ¿acaso no te gustó lo que hicimos?
Obvio que me gustó, pero no creo que lo hubiera hecho sabiendo que tenías onda con el mauro.
No te hagas el loco Xavi, sabes y sé muy bien que igual lo hubieras hecho, o sea, tu comportamiento en este ultimo tiempo, tu despreocupación por el resto, por la vida, el solo pensar en ti, y en tu destino, en tu placer, tu vagancia por el mundo e indiferencia, lo único que gritas al mundo es que solo Tú eres el centro del universo.
Me veo envuelto en un mar de verdades, divago en lo que me esta diciendo, me enfrento a mi mismo, sus palabras llenas de verdad en mi hacen creer que todo mi hermetismo es una burbuja filtrada que revela lo que soy en realidad, la figura, la imagen de mi, el imaginario que creé se derrumba con cada palabra que ella dice. Mala persona es lo único que escucho de ella, es la única frase que sale de su boca. Recalca el error en mí, me lo refriega en la cara, y me siento desarmado como para contrarrestar lo que me dice, pero invalidó ante tanta verdad asumida, tanta verdad oculta para el mundo, que ella desenreda para desnudarme y dejarme tal cual soy, herido y avergonzado. Pero a Ella no le importa lo que soy, o más bien lo que creo que soy, ella me acepta tal cual, sin esa red de mentiras impuestas para ser aceptado, ella me acepta tal cual, con la armadura, con esa faceta un poco hipócrita, pero que fue impuesta sin maldad, que solo fue para que el mundo me aceptara. Y eso me revienta…
Ese fue un duro golpe Pascuala, no sé, ¿sabes? No creo que lo hubiera hecho, no soy tan conchesumadre para mis cosas, no soy como tu crees que soy. Me daña, me hace sentir pésimo que pienses eso, y además me extraña que pienses así. Y aparte te da lo mismo, aquí la que ha estado cambiando eres tú, yo quizás he variado, he estado ajeno del mundo, ¿pero quien no lo estaría si viviera lo que yo viví? No a pasado tanto tiempo, ¿quieres que sea el mismo? Eso es una locura, una estupidez, y no vengas a enjuiciarme, no vengas a analizarme, por favor no lo hagas…
Mi cabeza navega en ideas delirantes, desordenadas, ella toco un punto sensible, a develado parte de mi alma y me deja vulnerable, me siento fatal…
Lindo discurso, en serio muy lindo, pero no vengas con esas cosas conmigo que no te creo, sé lo que realmente te pasa, quizás te conozco mas que cualquier persona, quizás tanto como tú mismo.
¿quieres que te diga lo que me pasa?
No estaría mal, hay una cerveza en la mesa.
Demás, pero no quiero hablar de mí.
Entonces de qué
De nosotros podría ser.
¿en que sentido?
¿Qué sentidos existen?
En sentido de amigos, o de algo más…
Pero esta el Mauro entre nosotros.
Pero soy soltera.
Yo también, pero él es mi amigo.
Estás puro dando la lata.
Disculpa por ser así.
Si está bien, pero tú te lo pierdes…
¿Qué me pierdo?
Ja…
Dime.
¿no quieres averiguarlo mejor?
Mmm...
Verdad tus principios.
¿quieres ir a otro lado?
¿Dónde me quieres llevar?
Sorpresa.
Vamos entonces.
Termines aquí eso si.
Ok
¿tienes fuego?
Si…
Terminamos la cerveza, ella encendió un cigarrillo, yo otro. Salí y fui donde se encontraba Peter, diciéndole que iba y volvía, y que después le pagaba lo consumido.
Cuando salimos de la Gruta eran como las 1 de la tarde, ella me toma de la mano, yo solo la sigo, caminamos por largo rato, caminamos por el parque Juan XXIII, comenzaba a garuar, nos besamos a ratos, me siento bien, y me dejo llevar…
Durante el paseo la mente no dejá de trabajar, y una necesidad de no estar en ese lugar me agobia, no quiero estar ahí y no quiero estar con ella. No la necesito, no necesito nada de ella, realmente es inútil seguir con esta farsa, es solo un placebo para mi alma maltrecha y confundida, que divaga entre el cariño, sentimientos genuinos, y la mundanidad del placer. Siento un vacío interno que me hacen sentir los deseos irremediables de llorar, pero me contengo, soy fuerte, no flaqueo, no puedo flaquear, me siento perdido, erróneo, patético. Puedo ver que ese no es el camino que tengo que seguir, que si sigo con este idilio lo único que encontraré, que al único lugar que llegare será una real perdición, a pesar de que ella no espera nada de mi, yo no puedo seguir, aunque lo de nosotros tal vez es un acompañamiento en una temprana soledad, no puedo seguir fingiendo así. La imagen de la puerta del infierno se hace visible, casi palpable, y creo intuir que ese es mi destino, que esto, todo esto, terminara ahí, en una interminable amargura, eterna nostalgia, perpetua desesperación, una puta broma de mal gusto.
Pascuala lo siento, esto no es lo que quiero, lo siento me tengo que ir…
¿Qué?
Me tengo que ir, esto no me hace bien, y creo que a la larga será malo para los dos.
Mi templaza se destruye, lagrimas caen de mis ojos, y oculto mi rostro, no puedo dejar que ella me vea así.
¿Qué pasa Xavi?
Nada, lo siento, me voy.
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